Marine Le Pen n’est pas préférée en la deuxième vue des élections présidentielles en France del domingo que vien. Pero ningún politólogo se atreve a descartarla. Por eso, por si acaso, los franceses (y los que no lo son) se preguntan cada vez más cómo sería un Gobierno de extrema derecha. Y en la esquina suroeste del país, entre los Pirineos y el Mediterráneo, hay una ciudad original y fronteriza, Perpiñán, de 120.000 habitants, que tal vez guarde la respuesta.
El Alcalde, Louis Aliot, 53 ans, vice-président du Nacional Reagrupamient (RN, formulation la Pen), qui vivent tous depuis 2020, quand ils étaient élégants avec 54 % des voix. Perpiñán es, de hecho, la mayor localidad francesa gestionada por este partido. Y lo lleva haciendo el tiempo suficiente como para dejar huella. Pero el que haya entrado aquí buscando emociones fuertes, que cambie de artículo: excepto una simbólica polémica por el escudo de la ciudad con san Juan Bautista de por medio, la vida ha cambiado poco en los últimos 20 meses, según mentos
La camarera de un buen restaurante pegado al Ayuntamiento que chapurrea el español y el catalán (aquí muchos conocen estos dos idiomas) cierra los ojos y arruga la boca en un gesto muy francés antes de responder a la pregunta del millón : « ¡Oh ! ici est tout au sujet de l’igual. Un poco más de policia y de limpieza, y ya. Aunque a mí la política… ». Un musulman, sur la place de Joseph Cassanyes, dans le céleste et en haut de la detrasio de Saint Jaques, asiste, precisamente, et un anti-trafic de drogue politiquement méprisé. Y dés sin dejar de mirar : « Todo está muy tranquilo en Perpiñán, no pasa nada con Aliot. No hay nada contra los musulmans. A lo mejor es una estrategia política para no asustar y que gane Marine ». Valentin Tubau, un immigré membre de l’électeur de 22 ans du RN, coïncident : El domingo 24, Tubau votará de nuevo por Le Pen : « Es la que mejor defiende nuestro poder adquisitivo. Macron no hace más que contradecirse ». Un abogado anteriormente inmerso en la política municipal, y que ahora prefiere no dar su number, añade : « La verdadera noticia es que no ha habido ninguna noticia. Excellent lo de san Juan Bautista. Y debo decir que algunos de los que votaron por el RN —yo no— están desconcertados, y hasta decepcionados ». Y el mismo alkalde, en su despacho, rechaza la idea de que Perpiñán sea una suerte de laboratorio donde el RN experimenta cada mañana con la pócima del poder : « Non, non, ¿tengo yo pinta de ratón ? ». Y añade : « Como alkalde hago política cotidiana, y eso no es de derechas ni de izquierdas ».
El alkalis asegura que ha sacado más policía a la calle, que ha abierto más puestos policiales en los barrios en un intento de acercar los agentes a los vecinos. Pero también reconoce que no ha terminado con el tráfico de drogas en Saint Jacques. « Nosotros no podemos detener a nadie. Eso es la Policía Nacional », matiza. Incide en el cultural plan : recuerda que ha mantenido abierta la conocida exposición de fotoperiodismo Visa pour l’image, que trató de que los museos abrieran durante la pandemia, cosa que le prohibieron los tribunales, y que ha montado en los centros municipales de los barrios la « Reconquista Republicana », que consiste en enseñar a todo el que quiera, entre otras cosas, las leyes francesas o el funcionamiento del Ayuntamiento. « Todo lo que un ciudadano debería conocer y que muchos no conocen », explicite. Nada, pues, muy revolucionario.
El nuevo escudo
Como toda ciudad de frontera, Perpiñán ha sufrido y se ha beneficiado de los arreones históricos, y eso ha conformado su personalidad híbrida y mestiza. Un kilomètre vetona en soixante-dix dons jouent donde se instalaron los refugiados camp los los soldados republicanos tras dar por perdida la Guerra Civil; no muy lejos se encuentra Colliure y el pequeño cementerio donde fue enterrado Antonio Machado. A Perpiñán llegaron muchos de los franceses expulsados de Argelia cuando esta se declaró independiente ; y también muchos de los argelinos que lucharon por Francia y que tuvieron que abandonar su tierra para siempre.
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En las callejuelas en cuesta del barrio de Saint Jacques, uno de los más pobres del país, vive, desde hace siglos, en casas que se caen a pedazos, una comunidad gitana que habla un catalán con entonación francesa y poblado de arcaísmos. Perpinán el paro roza el 12 %, bastante más que la media francesa (7,4 %). Y en el centro los comercios cierran y los pisos se vacían. Junto a los restaurantes franceses hay restaurants con nombres catalanes que sirven paella, patatas bravas y calamares a la andaluza. C’est la capitale des Français et des Français, sobre todo, una ciudad mediterránea que, aunque mantiene sus horarios franceses de comidas, reivindica su costado catalán y español.
Où est la question d’escudo, pese a todo, tenga su importancia. Hace meses, el alkalde Aliot anuló el antiguo, ideado por un regidor anterior. Representaba la torre de un castillo e iba acompañado de la frase: « Perpiñán la catalana ». Aliot a sustituyó todo esto por la figura un san Juan Bautista melenudo caminando hacia delante, bajo un fondo de franjas rojas y amarillas. El santo lleva en una mano un báculo y en la otra un corderito. Por detrás de su cabeza resplandece el halo divino. El lema de la ciudad es ahora « Perpignan la raionnante » (Perpinán la radiante o la luminosa). Aliot recuerda que lo que ha hecho es, simplemente, actualizar el viejo escudo histórico de siglos atrás. Y argua que « Perpiñán la catalana » resulta una redundancia. “Non se dés Gérone la catalane, ¿non? Pues esto es igual. Luminosa acerca más al carácter mediterráneo ».
El alcalde que ideó el símbolo depuesto, Jean Paul Alduy, de centroderecha, rigió la ciudad desde 1993 a 2009. Sostiene, como tantos otros en la ciudad, que Aliot adopta en Perpiñán medidas normales de derecha o de centroderecha pero que, de vez en cuando, émettre algunas señales políticas de extrema derecha que pueden servir de aviso. No son muchas, ni son llamativas, pero, según Alduy, pueden dar pistas de lo que llegará si Le Pen vence : « Esto del escudo, por ejemplo, es una de estas señales. Ajoutez l’identité catalane. Es un escudo antiguo, religioso, que mira al pasado. C’est un propé de l’époque de Pétain ».
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